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Vivimos en una sociedad donde escuchar la frase “soy gordita/flaquita/diabética porque es de familia” se ha vuelto muy común; pero ¿en realidad somos esclavos de nuestros genes?
La respuesta es muy simple, no lo somos. En nuestras manos está el poder de activar o silenciar nuestros genes. Como si fueran un interruptor de luz. Si bien es cierto que la genética puede llegar a influir en nuestra salud y estado nutricional, seguimos siendo responsables de la alimentación y estilo de vida a la que exponemos nuestro organismo, ya que son factores igual de determinantes que los genes.
La secuencia del genoma humano se compone únicamente de 30,000 genes funcionales. Por eso gracias a los avances de la ciencia se sabe que quien en realidad controla nuestra biología no es la genética, sino la epigenética. Pero ¿Qué es la epigénetica?
En resumen, podemos decir que es el es el estudio de los cambios que activan o inactivan los genes sin cambiar la secuencia del ADN, a causa de la exposición a factores externos (alimentación, ejercicio, medicamentos, sustancias químicas, etc.).
Una definición un tanto complicada ¿cierto? Veámoslo con un ejemplo:
No todo viene predeterminado desde que somos concebidos, sino que es a partir de ese momento que el ambiente alrededor, el estilo de vida y los sucesos que ocurren en ella, van moldeándonos hasta finalmente convertirnos, en quien es cada uno. Somos seres regidos por una secuencia de ADN, pero también, adaptables y evolutivos.
Uno de los principales factores que influyen en nuestros genes es la alimentación. Aunque la dieta puede influir en diferentes grados en el estado de salud/enfermedad dependiendo de nuestros antecedentes individuales, la posibilidad de mejorar nuestro pronostico genético se encuentra altamente influenciado por intervenciones dietéticas que se adapten a nuestros requerimientos precisos. Es por ello que la genómica nutricional es la base de la nueva medicina preventiva.
Recuerda: una de las características del epigenoma (conjunto de todos los cambios epigenéticos en un genoma se llama epigenoma) es que no es estático y puede modificarse.
Así que no olvides que en tus manos esta el cambio “sé quien tú quieras ser” -Barbie-
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